Ella jugaba con su pulsera.
-¿Sabes? He escuchado lo que escribes y ¡qué bien lo haces! Yo no soy tan buena…pero bueno, me gusta y eso es lo que importa.
-Soy la que peor escribe. Eso da igual, lo que importa es que estoy aquí. Este es mi sitio. He pasado muchos años sin darme cuenta. A veces pienso cómo he podido estar tan ciega. Era tan evidente que es irónico que hasta ahora no lo haya visto.
-¡No digas eso! Tú escribes muy bien.
-No he dicho que escriba mal. – sonrió- Y si así fuese, ¿qué importa? Yo misma suelo pensar que escribo mierdas. ¿Qué más da?
Ahora que lo sé, que tengo claro que no es un deseo, que va mucho más allá… No he nacido para vender, me gusta y se me da medio bien pero no he nacido para eso. No he nacido para destilar, y me apasiona. He nacido para escribir, es algo tan obvio que ya no puedo huir de ello. Escribiré mierdas como un castillo, escribiré pensando que será una cosa y luego será otra. ¿Acaso no es así siempre la vida? Mal, bien o regular. Las palabras van a seguir surgiendo. No sé si nací así, pero ahora tengo el honor de ser su instrumento. Debo cumplir con ello.
Mientras salían las palabras de su boca se dio cuenta. DEBÍA CUMPLIR CON ELLO. ¿Cómo no se había dado cuenta? La varita elige al mago. Estaba claro. Ella no eligió a las palabras. Las palabras la habían elegido a ella. No era la única y lo sabía, estaba acompañada por otras personas con la misma suerte. ¡Qué suerte! Podría haber sido elegida por cualquier otra cosa, pero había sido bendecida para cumplir su misión en el lenguaje. ¿Hay acaso magia más práctica y ancestral que esa? No necesitaba ser LA favorita, era muy dichosa siendo una de ellas.
Pensó en sus ancestros, los que empezaron este camino. En los primeros gruñidos que significaban lo mismo para dos homo-algo. En la sonrisa.
¿A quién le agradecerían aquellas personas cuando se sintiesen así? Les dio las gracias mientras jugaba con la pulsera. No sabía de dónde venía todo aquello, pero se alegraba de que su lugar estuviese rodeado de palabras y de poder compartir el sentimiento.
– Me gusta tu idea. Ojalá leer esa historia pronto.